Sabiduría

Un caballero siempre hace lo que quiere

¡Bienvenido al punto de reunión de los caballeros modernos! En esta ocasión, vamos a reflexionar sobre la siguiente idea: un caballero siempre hace lo que quiere o, dicho de otra manera, un caballero siempre persigue el verdadero anhelo de su corazón.

Primero, pensemos en los logros más significativos que hemos conseguido en la vida, en aquellos objetivos que nos han hecho sentir llenos de gozo y felicidad; estos pueden ser: terminar una carrera universitaria, conseguir el puesto anhelado, o lograr ponerte en forma para las vacaciones de verano en la playa. Ahora, seleccionemos uno de estos logros y recordemos el proceso que hemos tenido que pasar para conseguirlo; sea cual sea el logro, podemos darnos cuenta de que todos ellos tienen elementos en común: no fue algo fácil de conseguir, hubo personas que nos apoyaron durante el proceso, costó una considerable cantidad de tiempo y esfuerzo y, muy probablemente, tuvimos que hacer algunos sacrificios para llegar a la meta.

Si te detienes a pensar en los sacrificios que has tenido que hacer para conseguir tus objetivos, resulta que probablemente tuviste que levantarte muy temprano aun cuando tenías ganas de seguir durmiendo, o tal vez tuviste que seguir trabajando a pesar del cansancio, quizás tuviste que evitar comerte ese trozo extra de pizza aunque se te hacía agua la boca, o simplemente tuviste que seguir esforzándote a pesar de no tener ganas de continuar. Todo lo anterior son ejemplos de ti dominando una necesidad transitoria (descansar, comer o falta de motivación) para alcanzar el deseo de tu corazón, es decir, son ejemplos de ti siendo disciplinado.

En efecto, la disciplina consiste en el dominio del cuerpo, de las emociones y de las necesidades inmediatas que te separan del objetivo. Como lo explica el apóstol Pablo en la 1ra carta a los Corintios, todo gran logro, todo premio y toda excelencia requieren, necesariamente, de abstenerse de todo aquello que nos perjudica. Esto es, un caballero se esfuerza en dominar el cuerpo y ponerlo en servidumbre para hacer lo que debe hacer, un caballero utiliza la voluntad para obtener motivación y no espera a sentir ganas de hacer la cosas, un caballero se despierta temprano aunque quiera seguir dormido, cumple su deber aunque sienta la necesidad de rendirse, hace lo que es bueno para él aunque sus deseos lo aparten del objetivo. Por supuesto, tú ya comprobaste que el dominio propio es clave para el éxito cuando entraste a clase siendo que querías irte con tus amigos, cuando estudiaste esa hora extra para el examen, cuando hiciste esas 20 flexiones adicionales o cuando decidiste cambiar el refresco por el agua simple.

Sin embargo, el abstenerse constantemente de estos deseos pasajeros ¿no es lo contrario de hacer siempre lo que quieres? Es verdad que ninguna disciplina parece ser causa de gozo, si no de tristeza; pero después da fruto apacible a los que en ella han sido ejercitados (Hebreos 12:11). Tomado a la ligera, puede pensarse que el sometimiento constante de los deseos fugaces del cuerpo causa frustración, infelicidad o represión; no obstante, es todo lo contrario, cada vez que sometes los deseos que te perjudican y te apartan de lo que es bueno para ti, estás haciendo lo que realmente quieres, estás alcanzando el verdadero deseo de tu corazón. Así, la frustración y tristeza auténticas aparecen cuando, rendido a las banalidades, te has apartado de la meta y has fracasado en la misión. Por lo tanto, cada vez que eliges el camino de la disciplina, eliges el camino hacia el premio y galardón, eliges hacer lo que realmente quieres hacer.

Finalmente, ¿esto significa que debes hacer cualquier sacrificio por conseguir tus objetivos? De ninguna manera, ten siempre presente que un caballero debe cuidar 4 claves muy importantes sin las cuales no puede llevar una vida plena y, por otro lado, el objetivo a perseguir debe ser bueno, justo y digno de alabanza. Ya que comprendes la clave que te ha llevado al éxito, cuéntanos ¿cuál ha sido tu más grande logro?

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