Principio fundamental: Las reglas se hicieron para romperse
¡Bienvenido nuevamente al punto de reunión de los caballeros modernos! Hace no mucho tiempo me encontraba viendo la serie de Netflix «Las casas más extraordinarias del mundo» y en ella se expone como la creatividad humana se lleva al límite para construir las casas menos convencionales que podrías imaginar. En ese momento, cuando contemplé las posibilidades que el universo te ofrece, comprendí una verdad fundamental: muchas de las reglas «se hicieron para romperse», pero no todas y, sobre todo, no de cualquier manera.
Las casas que rompen con lo convencional
Como puedes observar, la casa está construida con partes de concreto que comúnmente se utilizan para levantar puentes vehiculares. Ahora, yo no soy arquitecto, pero creo que para idear algo así, debes pensar mucho más allá de lo convencional y «desafiar» bastantes principios y convenciones. Dada mi incapacidad para expresarlo mejor, el siguiente párrafo serán una copia textual de la descripción de Hemeroscopium hecha en archinect.com:
“Para los griegos, Hemeroscopium es el lugar donde se pone el sol. Una alusión a un lugar que existe solo en nuestra mente, en nuestros sentidos, que cambia constantemente y es mutable, pero que; sin embargo, es real… La aparente simplicidad de las juntas de la estructura requiere, de hecho, el desarrollo de cálculos complejos, debido al refuerzo, y al pretensado y postensado de las varillas de acero que cosen la red de las vigas.”
Como está, existen diversas casas con formas intrincadas, elaboradas con los materiales más inimaginables y construidas en los lugares menos convencionales. No obstante, todas tienen algo en común: tienen un techo, un soporte y una estructura que protege a sus habitantes. Si la estructura no cumple con estas condiciones, reglas o principios, entonces ya no es una casa; podrá ser cualquier otra cosa, pero no una casa.
El hombre ha sido capaz de grandes de cosas: descubrió el mundo cuántico, rompió la barrera del sonido e incluso llegó a la luna; y todo eso no se logró rompiendo las reglas simplemente porque sí. Es más, puedes estar de acuerdo o no, pero las leyes de la naturaleza, las reglas con las que funciona el universo no pueden romperse, a lo más que aspiramos es a conocerlas, entenderlas y utilizarlas para nuestro beneficio.
Una verdad fundamental sobre las reglas
Hoy en día, vivimos en una sociedad que no respeta ni las reglas ni los principios, que se rige bajo la incertidumbre de las pasiones y que quiere definir el mundo de acuerdo con su propia sabiduría; y ¿cuál es el problema? Que cualquier cosa que te imagines tiene ciertas reglas o principios que o no puedes cambiar o que, si lo haces, entonces estarías cambiando la naturaleza misma de la cosa en cuestión.
Pero, no me malentiendas querido lector, no estoy diciendo que romper las reglas, cambiar las cosas es malo o pensar diferente es malo; de hecho, todo gran invento surgió a partir de pensar fuera del molde. La verdad fundamental que quiero que reflexiones conmigo es esta: la diferencia entre una innovación y una aberración es la comprensión. Si quieres romper las reglas, si quieres desafiar lo convencional y cambiar el mundo, tienes que ganarte el derecho de hacerlo; debes entender la regla, saber porque se creó, bajo que circunstancias funciona y experimentar con ella; solo entonces, si la consideras obsoleta o innecesaria, podrás sustituirla y regalarle algo nuevo a la humanidad.
Ciertamente, algunas de las reglas se hicieron para romperse, otras simplemente existen y no se puede hacer otra cosa más que someterse, pero todas ellas indudablemente deben comprenderse. En este sentido, es que un caballero nunca rompe las reglas sin una excelente razón para ello porque respeta el orden y a la autoridad. Si quieres leer más sobre otras cosas que un caballero no hace, te invito a leer el artículo: 5 cosas que un verdadero caballero NUNCA hace.
Si tu también estás de acuerdo con respetar las reglas, ayudanos a compartir este contenido en redes sociales y así podamos ser unos rebeldes, pero con causa.